ECOSNTSA 37

Estado de los arrecifes de coral del mundo
Por: UNEP, 2021
MDO Dasaev Muñoz González
11 de octubre de 2021 

The Status of Coral Reefs of the World: 2020 (La situación de los arrecifes de coral del mundo: 2020) es un informe de la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes de Coral, perteneciente a la Iniciativa Internacional sobre los Arrecifes de Coral (ICRI). Sus resultados muestran que entre 2009 y 2018 se produjo una pérdida progresiva de alrededor del 14% del coral de los arrecifes coralinos del mundo, principalmente debido a fenómenos de decoloración recurrentes a gran escala. En total, se perdieron unos 11.700 kilómetros cuadrados de madréporas, una cantidad superior a todo el coral que vive actualmente en los arrecifes de Australia.

En el informe se describen cuatro decenios de disminución de la abundancia de los corales y de aumento de la frecuencia de los fenómenos de decoloración y de la cantidad de algas, que constituye un signo del deterioro de la salud de los arrecifes. No obstante, el informe también revela la increíble capacidad de los arrecifes de coral para recuperarse cuando no son alterados por las amenazas locales y mundiales. Ambas conclusiones deben motivar la adopción de medidas inmediatas. Aunque los arrecifes de coral permanecen en su mayor parte ocultos a la vista, su salud debe ser una prioridad de los esfuerzos en materia ambiental y los procesos de toma de decisiones.

El presente informe es el primero en 13 años, examina la evolución de la situación de los arrecifes de coral del mundo a lo largo de los últimos 40 años, refleja el trabajo de más de 300 integrantes de la comunidad científica mundial, se basa en un conjunto de datos global compuesto por casi 2 millones de observaciones, de más de 12.000 lugares, en 73 países, en 10 regiones de la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes de Coral.

Los corales al borde del abismo…

Ocultos bajo la superficie del océano se hallan los coloridos paisajes en relieve de los arrecifes de coral. Estas dinámicas ciudades subacuáticas albergan hasta 800 especies diferentes de madréporas y en ellas habita más del 25% de toda la vida marina. Los arrecifes crecen durante miles de años gracias a millones de minúsculos pólipos de coral individuales que segregan exoesqueletos de carbonato de calcio para formar colonias de madréporas, que constituyen los elementos constitutivos de dichos corales. Los corales blandos se doblan y balancean entre las escarpadas elevaciones de madréporas y sirven de refugio también para peces, caracoles y otras criaturas marinas.

Los arrecifes rebosan vida. De hecho, albergan la mayor biodiversidad de todos los ecosistemas del mundo, lo que los sitúa entre los más complejos y valiosos del planeta en términos biológicos. Estos vibrantes ecosistemas se extienden a lo largo de los trópicos y proporcionan sustento para más de mil millones de personas gracias a los inestimables servicios ecosistémicos que prestan.

Sin embargo, los corales se enfrentan a una crisis existencial debido al cambio climático y a una serie de amenazas y factores de estrés locales.

La extrema fragilidad de los arrecifes de coral ante el calentamiento de los mares los convierte en uno de los ecosistemas más vulnerables al cambio climático. El aumento de la temperatura de los océanos —y las olas de calor oceánicas— son los principales desencadenantes del estrés y la decoloración de los corales. Cuando las aguas se calientan demasiado para los corales, estos expulsan las microalgas que les dan color y adquieren un color blanco óseo. Algunos corales “brillan” y producen de forma natural una capa protectora de pigmentos de neón antes de decolorarse. Si los fenómenos de decoloración se prolongan u ocurren con demasiada frecuencia, sin dejar tiempo suficiente para recuperarse entre ellos, puede producirse una importante mortalidad de los corales, lo que sella su destino. La decoloración puede considerarse como la versión oceánica del “canario en la mina coralífera”, ya que demuestra la sensibilidad de los corales ante unas condiciones peligrosas y mortíferas.

El informe del PNUMA Projections of Future Coral Bleaching (Proyecciones de la decoloración futura de los corales) de 2020 afirma que los fenómenos mundiales de decoloración pueden llegar a convertirse en la norma a lo largo de los decenios venideros como resultado del cambio climático. El informe predice que, a menos que reduzcamos rápidamente las emisiones de carbono, a finales de siglo se habrán decolorado todos los arrecifes del mundo. Se prevé que, para 2034, se registren procesos anuales graves de decoloración. En ese momento, la recuperación será inconcebible, a menos que los corales puedan adaptarse a unas temperaturas más altas.

Los corales no son las únicas especies que se encuentran en peligro debido al calentamiento del planeta. Según la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas, más de 1 millón de especies de plantas y animales podrían extinguirse en los próximos decenios, con el consiguiente riesgo para el bienestar y la supervivencia de los seres humanos. Aun así, los corales han registrado el aumento más rápido del riesgo de extinción de todas las especies evaluadas por la Perspectiva mundial sobre la diversidad biológica. Los efectos combinados de la acidificación de los océanos, el aumento de la temperatura del mar y los factores de estrés locales —como la pesca excesiva, la contaminación, el turismo insostenible y la mala gestión de las costas— se combinan y originan una tormenta perfecta para llevar a estos sensibles ecosistemas a un punto crítico.

Referencia

UNEP. (2021). Estado de los arrecifes de coral del mundo. https://www.unep.org/interactive/status-world-coral-reefs/?lang=ES