ECOSNTSA 37

Resumen del Informe sobre la brecha en las emisiones del 2020
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
22/mar/2021

1. Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero[1] (GEI) volvieron a aumentar en el 2019.

2. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) podrían descender en alrededor de un 7% en el 2020 (rango de 2%-12%) en comparación con los índices del 2019 a causa de la COVID-19; se espera que el descenso de las emisiones de GEI no sea tan marcado debido a la menor probabilidad de que los gases que no son CO2 se vean afectados. No obstante, las concentraciones atmosféricas de GEI siguen aumentando.

3. La crisis de la COVID-19 solo ha desencadenado la disminución a corto plazo de las emisiones mundiales y no supondrá una contribución de peso a la reducción de las emisiones para el 2030 a menos que los países aspiren a una recuperación económica que incluya una descarbonización enérgica.

4. En el 2020, el avance más notable y alentador en materia de políticas climáticas es que cada vez más países tienen la firme determinación de alcanzar las cero emisiones netas en torno a mediados de siglo. Para que estos compromisos sigan siendo viables y creíbles, es esencial que se conviertan inmediatamente en políticas y medidas sólidas a corto plazo y que se reflejen en las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN).

5. Colectivamente, se prevé que los miembros del G20[2] sobrepasarán los tibios Compromisos de Cancún para 2020, pero no están bien encaminados en lo tocante a cumplir sus promesas de CDN. Nueve miembros del G20 están en vías de cumplir sus promesas de CDN para 2030, cinco miembros no lo están y, en el caso de otros dos miembros, no se dispone de información suficiente para determinar cuál es la situación.

6. En comparación con 2019, la brecha en las emisiones no se ha reducido y, hasta el momento, no ha variado a causa de la COVID-19. Es necesario que, para el 2030, las emisiones anuales se sitúen en 15 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) (rango de 12 a 19 GtCO2e) menos de a lo que las CDN incondicionales vigentes apuntan para el objetivo de 2 ºC, y en 32 GtCO2e (rango de 29 a 36 GtCO2e) menos para el objetivo de 1,5 ºC. En conjunto, las políticas vigentes están 3 GtCO2e por debajo de alcanzar el nivel que se asocia con el cumplimiento de las CDN incondicionales en su totalidad.

7. Las CDN actuales todavía están muy lejos de bastar para lograr los objetivos climáticos del Acuerdo de París y traerían aparejado un incremento de la temperatura del planeta de al menos 3 ºC a finales de siglo. Las metas que se han anunciado recientemente con respecto a las cero emisiones netas podrían moderar este aumento en alrededor de 0,5 ºC a condición de que las CDN a corto plazo y las correspondientes políticas se armonicen con los propósitos de alcanzar el cero neto.

8. El volumen de gasto público vinculado a la COVID-19 no tiene precedentes: en estos momentos se sitúa en aproximadamente 12 billones de dólares de los Estados Unidos a nivel mundial, lo que equivale al 12% del producto interno bruto[3] (PIB) del planeta en 2020. Para los miembros del G20, el gasto público asciende a en torno al 15% del PIB del 2020 en promedio.

9. Por ahora, se ha desaprovechado en gran parte la ocasión de emplear medidas de rescate y recuperación financiera para estimular la economía a la vez que se acelera su transición a un modelo de bajas emisiones de carbono. No es demasiado tarde para aprovechar las oportunidades que surjan en un futuro; de lo contrario, es probable que nos alejemos todavía más de los objetivos del Acuerdo de París.

10. Las primeras medidas económicas de rescate y recuperación en respuesta a la COVID-19 aportan información valiosa a los encargados de la formulación de políticas que preparan las intervenciones que se desplegarán en un futuro próximo.

11. En la actualidad, el transporte marítimo y la aviación en el ámbito nacional e internacional generan en torno al 5% de las emisiones de CO2 a escala mundial, una cifra que se prevé que aumente considerablemente. Las emisiones a escala internacional que resultan del transporte marítimo y la aviación no se contemplan en las CDN y, según las tendencias del momento, se espera que representen entre el 60% y el 220% de las emisiones de CO2 admisibles de aquí al 2050 en los supuestos ilustrativos de 1,5 ºC del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático[4] (IPCC, por sus siglas en inglés).

12. Los marcos normativos vigentes para remediar el problema de las emisiones son endebles y se necesitan políticas complementarias para reducir la brecha entre las trayectorias actuales del sector del transporte marítimo y la aviación y las trayectorias de las emisiones de GEI que son compatibles con los objetivos del Acuerdo de París relativos a la temperatura. Estas nuevas políticas han de ser el motor de los cambios en la tecnología, las operaciones y el uso y la demanda de combustibles.

13. Cambiar nuestra forma de vivir es una condición previa para que la reducción de las emisiones de GEI se mantenga y para reducir la brecha en las emisiones. Según la contabilización basada en el consumo, cerca de dos tercios de las emisiones mundiales están vinculados a actividades domésticas. Reducir las emisiones mediante la introducción de cambios en nuestra forma de vivir exige transformar tanto las condiciones sistémicas en general como las acciones a nivel particular.

14. La equidad es un pilar fundamental para abordar los modos de vida. Las emisiones del 1% más rico de la población mundial equivalen a más del doble de la suma de las emisiones del 50% más pobre.

Referencia

BANXICO. (2021). Producto Interno Bruto. Recuperado de http://educa.banxico.org.mx/economia/crecimiento-pib.html

Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. (2018). Gases y compuestos de efecto invernadero. Recuperado de https://www.gob.mx/inecc/acciones-y-programas/gases-y-compuestos-de-efecto-invernadero

IPCC. (2021). Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Recuperado de https://archive.ipcc.ch/home_languages_main_spanish.shtml

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2020). Informe sobre la brecha en las emisiones del 2020. Resumen. Nairobi.

Secretaría de Relaciones Exteriores. (2015). México y el Grupo de los Veinte (G20). Recuperado de https://www.gob.mx/sre/acciones-y-programas/mexico-y-el-grupo-de-los-veinte-g20


[1] Los gases de efecto invernadero reciben su nombre porque, de manera semejante en que las paredes de vidrio elevan la temperatura interior de los invernaderos, conducen al aumento de la temperatura de la superficie de la tierra al interactuar con la energía que proviene del Sol.

[2] El Grupo de los Veinte (G20) es el principal foro de coordinación de políticas macroeconómicas entre las veinte economías más importantes del mundo, que incluye las perspectivas tanto de países desarrollados, como de economías emergentes. Lo integran: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Juntos, los miembros del G20 representan alrededor del 90% de la economía mundial y el 80% del comercio internacional.

[3] PIB. Es la sumatoria del valor de todos los bienes, servicios e inversiones que se producen en el país durante un año

[4] Fue creado en 1988 para que facilitara evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.