Sentido de Vida e Identidad

Comunícate desde el Corazón
Año 2022
Dr. Juan Bosco Ruíz Padilla
21 ene 2022

¿Qué nos espera?, ¿cuáles son las sorpresas para este ciclo? Imaginemos lo mejor,
y actuemos en consecuencia. Par contribuir con este ejercicio, la Escuela del Éxito
de SNTSA37, nos permite transmitir contenidos que favorezcan las mejores
prácticas, personales y laborales. Es, desde esta premisa, que pongo a su
disposición este texto. Les deseo lo mejor. Agradezcamos cada día. Abrazo grande.

Todos tenemos diferentes formas de comunicarnos que, dependen
fundamentalmente, de nuestra educación en el sentido más amplio; por ejemplo,
podemos estar acostumbrados a hablar muy fuerte o quedito, o a utilizar palabras
simples o muy complicadas. Quizá seamos del tipo de persona que considera que
lo más efectivo es ser muy “franco”, decir las cosas tal cual lo sentimos, porque
muchas ni lo pensamos.

Cada uno tiene su muy respetable estilo, sin embargo, me parece que valdría la
pena, sin pretender hacer un juicio moral, desde el punto de vista práctico
preguntarnos cuando me comunico con alguien ¿logro lo que deseo?, ¿me siento
escuchado?, ¿me hacen caso?, o siento que estoy hablando al vacío a la pared,
que estoy solo… antes de hacer responsables a los demás, valdrá la pena revisar
cómo realizamos el ejercicio de comunicarnos.

De manera muy simple, para que haya un proceso comunicativo, debe haber un
emisor, un receptor, un mensaje, y un contexto. En cualquier situación de nuestra
vida, si queremos de verdad, vivirla a plenitud, debemos estar consciente de lo que
hacemos, principalmente, de la manera en que nos comunicamos, porque al final
de cuentas, la primera persona con la lo que hacemos, es con nosotros mismos.
El objetivo de este blog 2022, es ir poniendo a su consideración algunos tips que, lo
digo por experiencia propia, les van a cambiar favorablemente todos los procesos
comunicativos que viven día a día, sea en el trabajo, en la casa, en la intimidad, la
clave es transmitir un mensaje que cumpla su objetivo. Igualmente, importante es
considerar que este proceso debe ser de ida y vuelta, es decir, nos comunicamos
como una de tantas formas que poseemos para interactuar entre todos.

He tomado como referencia para este trabajo el libro Comunicación No Violenta, de
Marshall Rosenberg. Personalmente prefiere evitar las palabras negativas, y
prefiero llamarla, retomando palabras del mismo autor: “Comunicación desde el
Corazón”. Este proceso consta de cuatro partes: Observación, Sentimiento,
Necesidades, Petición.

En el contexto previo, resulta fundamental poner atención a lo que nos están
diciendo, cualquier persona, quien quiera que sea nuestro interlocutor. Tenemos
que estar abiertos, para poder interpretar de la manera correcta, escuchar con todos
nuestros sentidos, prestar atención al lenguaje corporal, a las miradas, al uso de las
palabras, lo que no dicen, lo que sí dicen, de esta manera, podemos tener un
acercamiento mucho más real a lo que realmente quiere con quién estamos
hablando. Y muy importante: EVITAR JUICIOS. Tengamos presente que, durante
el ejercicio de transmisión de un mensaje, debemos enfocarnos en el mensaje y sus
formas, con la intención de tratar de entender qué es lo que nos quieren decir. No
olvidemos que cualquiera de nosotros en un momento dado, puede ser emisor y
receptor, así que tratemos a los demás como queremos que nos traten.