Sentido de Vida e Identidad

Título del artículo: "Un poco del amor y del asombro"
14 mayo 2020

POR: DR. JUAN BOSCO RUIZ PADILLA M.D, PHD

Un poco del amor y del asombro.

Libertad es la capacidad de que dispone el ser humano para proporcionar sentido a su existencia. Dicha capacidad no proviene de la seguridad, como ya lo dijo Descartes,  sino precisamente de la duda. Sólo aquel que ha dudado puede ejercer la libertad. El que no duda, se limita a repetir en conformidad con la programación recibida. ólo distinguiendo el ser, es decir, aquello que hay, del deber ser, aquello que tendría que haber, resulta posible inyectar sentido al hecho de vivir en una sociedad histórica.
Octavi Fullat

Sunset, Couple, In Love, Love, Romance, People

Seas bienvenida, bienvenido, a esta nueva entrega del blog. Espero que los días pasados hayas estado bien, en compañía de tus seres queridos; si no fue el caso, deseo, de corazón, que encuentres en tí la paz .      

Me parece que no hay que hurgar mucho en nuestro interior, no se trata de una búsqueda exhaustiva dentro de nosotros, creo que es algo más simple, no por ello más sencillo. Es cuestión de apartar unos cuantos segundos, respirar profundo, y pensar en tí, solamente en tí. No te preocupes, no es un acto de egoísmo, amarnos nunca ha sido un acto de dividir entre los otros y tú, entre aquellos y éstos.

¿Qué sientes cuando amas a alguien?, me refiero al amor profundo, al amor verdadero, al amor que supera todas las expectativas físicas, y se va al espíritu, a lo profundo. ¿Qué sientes pues? Amar es, entre otras cosas, desearle a la persona o personas amadas, que tengan paz dentro de sí mismos, bondad en sus corazones, que las espinas y fatigas del mundo no los desgasten, no los hieran; que los fortalezcan los sinos, a veces difíciles del transitar diario por el mundo.

Por eso te invito a que respires hondo, frente al espejo de tu corazón, y te veas con ojos de amor, que te encuentres deseándote todo aquello que pides para la gente que amas, con ese afán de que te vaya bien, de que éste y todos los días sean una experiencia maravillosa, aún en aquellos más difíciles, aún en el dolor. Es desear que encuentres dentro de tí, esa fuerza para que aquello que pudiera lastimarte, en realidad te vuelva mejor, que te sacuda, sí, en lo más profundo, para despertar lo mejor de ti.

Y también quisiera que despertaras el asombro, la emoción de un día más, de un minuto más. Asómbrate como lo hacen los niños, con los ojos llenos de ingenuidad, de sorpresa ante el vuelo de un pájaro, del flotar de una mariposa, del ruido de la lluvia, del golpeteo del granizo, del viento azotando sobre tu ropa. Asómbrate y convierte una pequeña piedra en un automóvil velocísimo; una rama de árbol, en una espada de fuego para espantar dragones; un puñado de tierra, en una montaña de oro; un pequeño charco, en un océano. Asómbrate y disfruta del ruido del silencio, y del silencio del ruido.

Mantente con los ojos bien abiertos, con los oídos dispuestos, con la piel a punto, para que no te pase lo que le sucedió a esos dos caminantes, que iban tan llenos de cosas en la cabeza, que cuando se encontraron a un viajero, sólo vieron en él, exactamente eso que querían ver, a un hombre extraño y lejano. Y caminaron acompañándose, platicando de su dolor por la pérdida de un amigo muy querido, y siguieron así, en el lamento. Solamente, tiempo después, cuando había pasado esa oportunidad única, se dieron cuenta de que aquel viajero extraño, ajeno, era por quien lloraban. Que no te pase pues, que el dolor sea tan grande como para que te impida ver el amor, que es aún, más grande. 

Bibliografía
Fullat, O. (1998). Filosofía de la educación. Madrid: Editorial Síntesis.