¡Año 2021, Año Nuevo!, ¿Cómo quieres que sea?
POR: DR JUAN BOSCO RUIZ PADILLA MD PHP
Bienvenida, bienvenido a ésta entrada del blog del 8 enero del 2021. De verdad
espero que tu familia y tú mismo, estén bien en todo sentido; si no fuera el caso, te
mando un abrazo y sabe que estás en mis oraciones.
¿Cómo definirías a este año?, ¿Qué calificación le darías?
He leído en diferentes textos, que este año nos enseñado muchas cosas, que para
algunas personas ha sido terrible, y para otros ha sido bueno, ¿cómo fue para ti?
La reflexión que te comparto es en torno a esto.
Hechos y opiniones: cosas muy distintas
Me parece que es muy importante hacer la diferencia entre lo que pasa y lo que
podemos opinar de ello. Por ejemplo, el internet y el desarrollo tecnológico
adyacente, permitieron realizar una forma de trabajo que antes del 2020, estaba
limitada a muy pocas personas, el Home Office, el trabajo desde casa. Eso es un
hecho.
Tú y yo conocemos, lo hemos vivido incluso, personas que realizan reuniones
virtuales, trabajos colaborativos en línea, clases de todos los niveles y calidades
on-line, etc. Personalmente he tenido la oportunidad de dar varios seminarios con
relación a la Logoterapia, Sociología, Psicología, y también de Cirugía Plástica,
incluyendo la cuestión de las Operaciones Estéticas y la Reconstrucción de Alto
Nivel en Heridas Complejas.
Sinceramente mi experiencia con relación a ésta forma de comunicación era muy
limitada, ahora, sin decir que domino el tema, me siento con la suficiente
solvencia para hacerlo, sin embargo, debo reconocer que era algo que me parecía
muy lejano, muy ajeno, poco probable. La experiencia que estimo más cercana,
eran ¡las caricaturas de los Súper Sónicos!, si eres joven, probablemente le
tengas qué preguntar a tus papás.
Retomando la idea principal, evidentemente pues hay un hecho: el Home Office, y
solamente estoy mencionando uno. La pregunta, y aquí sí viene la cuestión de
perspectiva, de opinión personal y colectiva, es ¿te convino?, a ti, a quien me
hace el favor de leer, ¿es mejor o es peor?, ¿produces más o menos?, ¿te motiva
igual, preferirías ir a tu centro de trabajo?, ¿te hace más o menos feliz?
Cada una de las respuestas que damos, nos va presentando las claves sobre lo que
entendemos acerca de la vida. Más allá del juicio moral, lo importante es que la
forma en que te estés respondiendo a éstas, y a otras tantas preguntas, define
quién eres, y qué va a pasar con tu vida. Es un factor fundamental para
pronosticar tu futuro.
Algo para cambiar la vida
No conozco tu realidad específica, pero puedo afirmar que, independientemente
de ésta, la opinión que tengas sobre él hecho concreto, tangible, puede ser
modificada. Te comparto una experiencia que la he vivido con una paciente que
atiendo por Quemaduras.
El hecho es que ella, a sus veinte años, sufrió un terrible accidente que le destrozó
la mitad de la cara. Cuando llegó con nosotros, ya tenía la herida infectada con
una bacteria muy agresiva. La operamos, y gracias al trabajo de todos, pudimos
controlar la infección. Iniciamos con la parte de reconstrucción estética y
funcional. Al principio, su actitud, muy entendible, era de miedo, rechazo,
inseguridad. No confiaba plenamente en lo que estábamos haciendo.
Hicimos cirugías en el mentón, injertos, colgajos, etc. Logramos moldear la
cicatrización queloide que presentó en algunas partes de los mejillas y la frente;
Muy complejo todo. Conforme fuimos avanzando, ella fue viendo la mejoría que su
cara iba teniendo, y su opinión ante los hechos y su autoestima fueron mucho
más favorables. Con este asunto de la pandemia, quedó interrumpido su
tratamiento. Sin embargo, su actitud ante la vida sigue siendo positiva, nos
mandamos mensajes con frecuencia, y NUNCA se ha quejado o me ha dicho
alguna cosa negativa. Me ha mostrado, como tantos pacientes, que una cosa son
los hechos, y otra es la forma en que los tomamos, es decir, la opinión que les
damos, y que de esto, va a depender el presente y el futuro de la vida de cada uno
de nosotros.
Para finalizar te pregunto, ¿Qué opinión te merece el año 2020?
Te mando un abrazo con mucho cariño, con los mejores deseos para este 2021.
Bendiciones.
Título del artículo: "Cerebro y emociones".
7 diciembre 2020
POR: DR JUAN BOSCO RUIZ PADILLA MD PHP
Cerebro y emociones.
Bienvenida, bienvenido seas a esta entrega del blog del 7 de diciembre del 2020. Quiero
compartir contigo estos datos sobre el órgano rector de todo lo que hacemos, con la
intención de que puedas tener algunas ideas para mantenerte enfocada, enfocado, en lo
verdaderamente importante, sobre todo en estos días tan complejos.
- El cerebro procesa 30 mil millones de bits de información por segundo.
- Tiene 10 mil kilómetros de hilos y cables.
- Lo forman 28 mil millones de neuronas.
- Las neuronas se comunican por un cableado de 160 mil kilómetros.
- La reacción de una neurona se puede extender a cientos de miles de otras neuronas en menos de 20 milisegundos. Esto es unas diez veces inferior al que tarda en parpadear.
Una neurona tarda un millón de veces m á s en enviar una señal que un típico conmutador
de computadora. Sin embargo puede reconocer un rostro familiar en menos de un
segundo. No lo hacen las computadoras m á s potentes.
Las neuronas está n enviando constantemente mensajes electroquímico s a través de los
caminos neurales, similar a como es el tráfico en un cruce muy transitado. Cada idea y recuerdo se mueve a lo largo de su propio camino, y mientras, miles de millones de otros
impulsos viajan en direcciones individuales.
La neuroasociación aporta rápidamente a nuestro cerebro las señales que nos ayudan a
acceder a los recuerdos y maniobrar con seguridad para preservar la vida.
Cuando hacemos algo por primera vez, creamos una conexión física, un diminuto hilillo neural que en el futuro nos permitirá volver a acceder a esa emoción o comportamiento.
Cada vez que repetimos el comportamiento, la conexión se fortalece. Con cada repetición, se va aumentando la fuerza de estos caminos hasta que se hace un verdadero tronco, es entonces cuando nos vemos impulsados a experimentar ese sentimiento o realizar ese comportamiento de una forma contundente.
Cuando experimentamos dolor o placer de manera significativa, el cerebro busca inmediatamente la causa, y usa tres criterios:
* El cerebro busca algo que parece ser único, para reducir los posibles causas y asociarlo con algo especialmente único.
* El cerebro busca algo que parece estar ocurriendo simultáneamente, esto se conoce como la ley de proximidad.
* El cerebro busca consistencia. Ante el dolor o placer, el cerebro empieza a observar qué hay a su alrededor, que sea único y que esté ocurriendo simultáneamente.
Si solamente pensamos en estos tres criterios, para formar neuro asociaciones, resultará muy fácil interpretar y crear, o definir como falsas algunas neuro asociaciones. Por eso tenemos que evaluar los vínculos antes de que se convierten en parte de nuestro proceso inconsciente de toma de decisiones.
Las neuro asociaciones confusas son la fuente clásica de auto sabotaje.
Un ejemplo característico, por lo menos en nuestra cultura, es que las personas tienen asociaciones increíblemente mezcladas con respecto a la riqueza. Sin duda, nos gusta tener dinero por las ventajas que nos ofrece, pero al mismo tiempo la mayor parte de las personas, nunca supera un determinado nivel económico, porque en lo más profundo de sí mismos asocian el tener demasiado dinero con muchas cosas negativas, como la avidez, inmoralidad, etc.
Cuando se envían mensajes confusos a nuestro cerebro, se obtienen resultados confusos.
La amígdala es un conjunto de núcleos neuronales localizados en la profundidad de los lóbulos temporales. Forma parte del sistema límbico, y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales.
La amígdala es la responsable de que podamos escapar de situaciones de riesgo.
Parece tener relación en el manejo de nuestras emociones, así como en otros procesos psicológicos básicos como el aprendizaje y la memoria. Es como un interruptor que conmuta aquellos sentimientos que nos arrebatan la razón en los momentos de tensión.
El secuestro por la amígdala es un término que acuñó Daniel Goldman, que se refiere a una explosión emocional que sobrepasa los límites emocionales habituales en el individuo, no es ningún trastorno psicológico, sino de un episodio de alta emocionalidad, que llega anular la capacidad de la persona para pensar con claridad, de forma que actúa totalmente cegada por sus emociones.
La amígdala guarda y maneja nuestras emociones más irracionales. Se encarga de regular las sensaciones, nos ayuda a buscar la estrategia necesaria para solventar una situación de estrés, miedo al peligro, y nos da una visión equilibrada de lo que sucede en nuestro alrededor.
Es la parte del cerebro que permite que no nos dejemos llevar por el pánico, o la ansiedad, prepara una reacción emocional ansiosa e impulsiva, pero otra parte del cerebro se encarga de preparar una respuesta más adecuada.
El regulador cerebral que desconecta los impulsos de la amígdala parece encontrarse en el extremo de la vía nerviosa que va al neocórtex, en el lóbulo prefrontal. Este constituye un moderador de la respuestas proporcionadas por la amígdala y otras regiones del sistema límbico, permitiendo la emisión de una respuesta más analítica y proporcionada.
Las emociones son importantes para el ejercicio de la razón. Entre el sentir y el pensar, la emoción guía nuestras decisiones, trabajando con la mente racional, y capacitando o bloqueando irracionalmente al pensamiento.
En conclusión, si comprendemos que nosotros podemos, conscientemente, ir creando nuestras neuroasociaciones, es más fácil entender que sí podemos cambiar algunos patrones de comportamiento que no nos favorecen, o limitan nuestras relaciones con nosotros mismos y los demás, y buscar o crear aquellas que sí nos hacen crecer, las que nos ayuden a lograr nuestras metas, y sobre todo, me parece, ser felices con nosotros mismos y nuestros seres queridos.
Espero que esta información te haya resultado útil. Recibe un abrazo con mucho cariño, con mis deseos de que seas inmensamente feliz.