Título del artículo: "Una breve consideración sobre el estado de ánimo"
21 mayo 2020
POR: DR. JUAN BOSCO RUIZ PADILLA M.D, PHD
Una breve consideración sobre el estado de ánimo
Bienvenida, bienvenido seas a otra entrega del blog, el cual espero que vayas haciendo tuyo.
¿Cuál es tu estado de ánimo el día de hoy?, ayer ¿cómo fue?; mañana, ¿cómo será? Para responder esto, algunas personas ponderan lo que les pasó, y usualmente dirán “más o menos”, “mal”, “ni preguntes”. Es como si el estado de ánimo dependiera de alguien ajeno, del destino, de otras personas y circunstancias. ¿Será así, que nuestra alegría depende de lo externo?; si el día tiene sol, ¿te alegras?, y si llueve, ¿te pones triste?
Ciertamente todos tenemos una opinión, y quiero compartirte la historia de una mujer con quien he tenido la oportunidad de convivir, de reír, y también de llorar. Su nombre no lo pongo, pero si tienes la fortuna de coincidir con ella, estoy seguro que la reconocerás, y al igual que yo, también le darás gracias por existir, por su historia, por su ejemplo.
Es una joven en sus veintitantos, que sufrió un accidente terrible, una máquina le destrozó la pierna, y súbitamente, le cambió la vida. Sería ingenuo si digo que nada más se la cambió a ella, porque al final de cuentas, en las familias que están unidas, el cambio lo viven todos, el dolor y la incertidumbre pasan de mano en mano, de abrazo en abrazo, de llanto en llanto, de risa en risa.
Así pues la conocí, no podía apoyar el talón, y no podía caminar. Platicamos con la familia, hicimos los planes de reconstrucción. Las cosas no son fáciles cuando estás tendido en una cama, donde todos te ven “desde arriba”, con ropa rara, y como ahora, con cubrebocas. El proceso de la cirugía reconstructiva implica avances, esperas, otros avances, y a veces retrocesos, hasta lograr el propósito. El caso de mi amiga, y lo digo con todo el cariño, fue así, avances, esperas, algún retroceso.
¿Qué tuvo de especial?, ¿qué la hace diferente a otros pacientes?, ¿en qué se parece a otros?
Empezaría por decir que he visto dos conductas en los pacientes: aquellos que enfrentan la situación como una oportunidad de la que van a salir adelante, y otros, que deciden que eso, el accidente y sus resultados, son un sino determinante y fijo. Pues ella es del primer grupo. Siempre la he visto con una sonrisa, aún el día que me dijo que había fallecido su abuelita. Y la otra característica: su inquebrantable Fe en Dios. Esas dos cualidades las he visto en los pacientes que han salido triunfantes de su proceso. No tiene qué ver ni con la condición social, ni con un tipo específico de religión. Tiene que ver con la Fe, en el sentido Trascendente de la misma, y con el amor que se profesan entre la familia.
Me despido dejándote esta pregunta para que la reflexiones, ¿has tenido un día difícil, y tienes que usar una “paleta” de estados de ánimo muy amplia? Piensa en mi amiga, y como a sus veintitantos, enfrentó el cambio radical de su vida, armada con una sonrisa, el amor hacia ella y su familia, y una gran Fe. Te mando un abrazo grande.
BibliografíaNietzche, F. (1998). Ecce Homo. Fontamara: México