Seguridad e Higiene en el trabajo

Título del artículo: "RIESGO PSICOSOCIAL Y 
SALUD MENTAL EN LA ATENCIÓN DE LA PANDEMIA"
8 mayo 2020

POR: Dr. JOSÉ LUIS BARRERA

RIESGO PSICOSOCIAL Y SALUD MENTAL
EN LA ATENCIÓN DE LA PANDEMIA

Mental Health, Wellness, Psychology, Mind

Habitualmente los preparativos para una epidemia han enfatizado en: el desarrollo de planes nacionales, la vigilancia epidemiológica, los requerimientos de vacunas y medicamentos, el mejoramiento de la cobertura de vacunación en los grupos de alto riesgo, así como el impacto y la carga económica. Sin embargo, los ausentes en la planificación son los aspectos psicosociales y de salud mental.Es necesario enfatizar en la perspectiva conductual y lograr una mejor comprensión de las respuestas de los grupos poblacionales afectados. El control de las epidemias requiere cambios de patrones de comportamiento, con una participación de la comunidad.COVID-19, que toca todo el “cuerpo social”, tiene consecuencias psicosociales, y ante una situación de pandemia es común que las personas se sientan, al menos, estresadas y preocupadas. La epidemia y las medidas de control están llevando a un miedo generalizado en la población, y pueden conducir a la estigmatización social de los pacientes, de sus familiares y del personal sanitario, todo ello con sus consecuencias psicológicas. Hay consideraciones de salud mental que fueron elaboradas por el Dpto. de la OMS de Salud Mental y Uso de Sustancias, y por otras instituciones y sociedades científicas, con mensajes dirigidos a diferentes grupos clave para apoyar el bienestar psicosocial y la salud mental.
EJES DE ARTICULACIÓN:Desde un punto de vista psicosocial, existen algunos ejes indispensables para la protección de la salud mental.
–       Contextualización: Garantizar que las personas cuentan con información fiable y que les permita comprender y anticipar el entorno. Entender para actuar.
–       Sensación de control: Facilitar rutinas y estrategias para organizar la vida diaria y las tareas. Anticipar cambios o suspensión de actividades previstas y elaborar propuestas alternativas para aislarse sin detenerse
.–       Relación y pertenencia: Garantizar la “visibilidad” de todas las personas. Que el aislamiento en casa no suponga la ausencia de contacto con el entorno. Seguimiento y conseguir que las redes sigan funcionando.
–       Tejido social y comunidad: Participación en iniciativas ciudadanas y facilitar espacios de apoyo mutuo y construcción de iniciativas colectivas.
SITUACIONES DE RIESGO PSICOSOCIAL.
Hay circunstancias, dentro de las vidas de las personas que, en una situación de estas características, pueden suponer mayores riesgos psicosociales, como son:
–       Personas dependientes a alcohol u otras sustancias adictivas.
–       Situación de calle; sin techo o Movilidad reducida.–       Ausencia de vínculos con los que mantener una comunicación activa.
–       Ausencia de recursos personales para el entretenimiento, Baja capacidad o acceso a la tecnología.–       Convivencia en entornos de riesgo (viviendas con violencia o aislamiento).
–       Dificultad para comprender el estado de alarma y en riesgo de incumplir.
–       Obligación de acudir a su puesto laboral.
–       Residir con persona violenta (repercusión en menores, personas mayores, mujeres, familia, vecindario…)
–       Ser personas menores o dependientes a cargo.
–       Soledad no deseada y ausencia de redes de apoyo.
–       Pérdida de puesto laboral, Precariedad económica y ausencia de recursos económicos.Sin embargo, pueden ser población diana las personas afectadas (casos confirmados e ingresados en hospital, o aislados en el domicilio, o confirmados con síntomas en vigilancia activa en cuarentena en su domicilio); sus familiares y allegados; profesionales de los equipos de atención (personal sanitario y no sanitario en contacto directo con las personas afectadas); La comunidad en general.

RETOS DEL PERSONAL SANITARIO EN ESTA CRISIS
–       Desbordamiento en la demanda asistencial, donde los profesionales también se contagian.
–       El riesgo de infección o de trasmitirlas no se ha detenido.
–       Equipos y equipamientos insuficientes que limitan la comunicación y seguridad.–       Gran estrés en los centros de atención directa, experimentando miedo, pena, frustración, culpa, agotamiento, ansiedad…
–       Exposición al desconsuelo de familiares y amistades ante la muerte o enfermedades graves que no pueden acompañar a las personas afectadas.
–       Dilemas éticos y morales ante las tomas de decisión complejas.
Los trabajadores de primera línea en salud (enfermeras, médicos, auxiliares, conductores de ambulancia, trabajadoras de limpieza) pueden tener otros estresores adicionales en la pandemia:
• Riesgo de estigmatización hacia quienes trabajan con pacientes con COVID-19.
• Las medidas estrictas de bioseguridad tienen algunas consecuencias:
–       Cansancio físico por el uso de equipos de protección personal.
–       Aislamiento físico que dificulta dar confort y apoyo a quienes están afectados.
–       Constante estado de alerta y vigilancia con procedimientos estrictos.
• Entorno laboral más demandante, con aumento de horas de trabajo y de pacientes.
• Pocas posibilidades para recurrir a su red de apoyo social por sus intensos horarios.• Temor a contagiar a amigos y familiares al estar expuestos al virus por su trabajo.
RECOMENDACIONES GENERALES PARA LA ATENCIÓN A LOS MIEMBROS DE LOS EQUIPOS DE RESPUESTA SON:
• Tener en consideración las características y patrones de conducta específicos de las personas que trabajan en la emergencia. Ellos, generalmente, se sienten satisfechos por lo realizado y desarrollan un espíritu altruista. Mantenerlos en actividad es positivo, libera estrés y refuerza la autoestima.
• Favorecer la rotación de roles, así como organizar adecuadamente los tiempos de trabajo.
• Estimular el autocuidado físico y tomar descansos periódicos.
• Los que ofrecen apoyo emocional deben mantener una actitud de escucha responsable, así como garantizar la confidencialidad y manejo ético de las situaciones personales y de la organización.
• Incluir la familia en procesos de ayuda.
• Valoración de estados emocionales subyacentes y los factores generadores de estrés, antes, durante y después de la emergencia.
• Estimular que entre los miembros de los equipos de respuesta se manifieste el apoyo, solidaridad, reconocimiento y aprecio mutuo.
• El personal implicado en la respuesta a la epidemia debe disponer de atención psicosocial, durante y después de la emergencia.
Orientaciones para el personal que trabajó en la emergencia, cuando se reintegra a la vida cotidiana:
• Regresar a su rutina lo antes posible.
• Realizar ejercicios físicos y de relajación.
• Buscar contacto con la naturaleza.
• Descansar y dormir lo suficiente. Alimentarse de forma balanceada y regular.
• No tratar de disminuir el sufrimiento con el uso de alcohol o drogas.
• Buscar compañía y hablar con otras personas. Participar en actividades familiares y sociales.
• Observar y analizar sus propios sentimientos y pensamientos. Reflexionar sobre la experiencia que ha vivido y lo que significa como parte de su vida.

Te invitamos a consultar:https://ome-aen.org/guia-de-apoyo-psicosocial-durante-esta-epidemia-de-coronavirus/  Protección de la salud mental y atencion psicosocial en situaciones de epidemiasUnidad de Salud Mental y Uso de Sustancias, Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) 2016