Escuela del Éxito

HAGAMOS PRÁCTICA LA VISUALIZACIÓN CREATIVA
 Por MSP ROSALÍ REYES GUTIÉRREZ
 COACH CERTIFICADA

Al principio, podemos practicar la visualización creativa en momentos concretos o para objetivos específicos pero a medida que adquirimos el hábito de utilizarla, descubriremos que llega a ser parte integrante de nuestro proceso de pensamiento. Se convierte en una conciencia clara de las cosas, en un estado de conciencia en el que nos sabemos constantes creadores de nuestras vidas. Éste es el fin último de la visualización creativa, hacer de cada instante de nuestras vidas un prodigioso momento de creación en la que de forma natural elijamos lo mejor, lo más hermoso, la vida más plena que podemos imaginar.

Es por esto que en esta ocasión te quiero compartir un sencillo ejercicio para que utilices la técnica básica de la visualización creativa.

  1. Lo primero que tienes que hacer es pensar en algo que te gustaría conseguir, para este ejercicio te sugiero que elijas algo sencillo, algo cuya consecución pueda imaginarse fácilmente. Puede ser por ejemplo un objeto que te gustaría poseer, un acontecimiento que desearías que sucediera, una situación en la que te gustaría encontrarte o bien algún aspecto de tu vida que quisieras mejorar.
  2. Una vez que ya tienes claro en tu mente lo que deseas es necesario que te pongas cómodo, sentado o acostado, en un lugar tranquilo donde nada ni nadie pueda molestarte o distraerte.
  3. Relájate completamente, empezando por los dedos de los pies y ascendiendo hasta la cabeza. Concéntrate en relajar todos los músculos de tu cuerpo dejando que desaparezca toda la atención. Respira profunda y lentamente desde la zona abdominal. Cuenta hacia atrás del 10 al 1, relajándote cada vez más a medida que vayas contando.
  4. Cuando estés profundamente relajado, empieza a imaginar lo que deseas exactamente cómo te gustaría que fuese. Si se trata de un objeto entonces imagínate utilizándolo, admirándolo, disfrutándolo, enseñándoselo a los demás. Si se trata de una situación, imagínate el lugar de los hechos viendo como todo sucede exactamente como tú lo deseas; puedes imaginar lo que la gente está diciendo en ese momento o cualquier detalle que lo haga más real.
  5. No existe un límite de tiempo para imaginar.
  6. Es importante que disfrutes mientras lo haces debe de ser una experiencia completamente placentera.
  7. Conservando la idea o imagen en tu mente haz algunas afirmaciones totalmente positivas acerca de la circunstancia imaginada, estás pueden ser en voz alta o en silencio como tú lo prefieras. Ej. Me encanta la vista desde mi casa nueva o aquí estoy pasando un maravilloso fin de semana en la playa o me amo y me acepto como soy.
  8. Puedes concluir tu visualización formulando una rotunda afirmación cómo:

“ESTO, O ALGO MEJOR, SE MANIFIESTA AHORA ANTE MÍ DE UN MODO TOTALMENTE SATISFACTORIO Y ARMONIOSO, PARA MAYOR BIEN DE TODOS A QUIENES AFECTA”


Esta afirmación deja lugar para algo distinto e incluso mejor de lo que tú habías deseado que sucediera y te sirve como recordatorio de que este proceso sólo funciona para beneficio de todas las personas a las que implica.


Si en algún momento te llegan dudas o pensamientos contradictorios a lo que has imaginado, no te resistas a ellos ni trates de evitarlos, porque de esa manera no conseguirías más que concederles un poder que de otro modo no tendría. Déjalos fluir por tu conciencia y vuelve a tus imágenes y afirmaciones positivas.


El ejercicio de visualización creativa lo puedes repetir cada día o tan a menudo como lo desees. Como te pudiste dar cuenta el proceso básico es relativamente sencillo, sin embargo para llevarlo a cabo de un modo verdaderamente eficaz es preciso adquirir cierta práctica y poder de captación, y esto sólo lo conseguirás haciendo el ejercicio cada vez que te sea posible.


¿Por qué es importante relajarse?

Cuando comienzas a aprender a utilizar esta técnica, es importante lograr relajarse profundamente. Cuando tu cuerpo y tu mente están profundamente relajados el flujo de sus ondas cerebrales cambia realmente y se hace más lento, este nivel más lento y profundo se suele llamar nivel Alfa. Como resultado de muchas investigaciones sobre los efectos que ejercen en nosotros este nivel, se ha descubierto que es un estado de conciencia muy saludable ya que tiene un efecto relajante sobre la mente y el cuerpo. Y, lo más interesante de todo es que, es mucho más eficaz que los niveles beta para crear verdaderos cambios en el llamado mundo objetivo, siendo este último el nivel activo y despejado de nuestra conciencia.


Esto significa que si aprendes a relajarte profundamente y a ejercitar la visualización creativa, podrás introducir en tu vida cambios más efectivos que preocupándote, planificando o tratando de manipular las cosas y a las personas.


Si tienes problemas para relajarte físicamente puede ser que necesites recurrir al yoga, meditación o técnicas de reducción de estrés. Sin embargo, por lo general, bastará con adquirir un poco de práctica en la relajación.


Una de las ventajas adicionales que obtendrás es comprobar lo saludable y beneficiosa qué es la relajación profunda, tanto a nivel físico como mental y emocional.

Existen dos momentos clave para practicar la visualización creativa, uno es por la noche, poco antes de dormir; y el otro es por la mañana, poco después de despertar; en estos dos momentos la mente y el cuerpo se encuentran ya bastante relajados y receptivos. Puedes hacerlo mientras te encuentras acostado pero si te quedas dormido fácilmente, es preferible que lo hagas en posición de sentado, en una posición cómoda en donde tu espalda se encuentre totalmente recta ya que esto ayuda a que la energía fluya y facilita la circulación de un profundo flujo de ondas Alfa.

Como te comentaba en supra líneas, la única manera de dominar esta técnica es practicándola, así es que te invito a que te des la oportunidad de conocerla hasta dominarla y que disfrutes de los excelentes resultados que con ella obtendrás.
Recuerda que la práctica hace al maestro.
Referencia


Shakti Gawain. Visualización Creativa. 4ª. Ed. Editorial Sirio. 2020.