Lex Médica

LA SEGURIDAD SOCIAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO:
“CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”
Gustavo Leal F.*/ Odilia Ulloa Padilla**/ Héctor Javier Sánchez-Pérez***
Jorge L. León-Cortés****
D.R.© 2011. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Centro de.
Estudios Políticos. Estudios Políticos núm. 41 (mayo-agosto, 2017): 105-126, México, D.F., ISSN: 0185-1616
Dr. Alonso Guido Ramírez
14 febrero 2022

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estima que, al cierre de julio de 2016, el ISSSTE cubre a 12 millones 984 mil derechohabientes, de los cuales, 2 millones 343 mil son trabajadores cotizantes y 1 millón 019 mil son pensionados.

En diciembre de 1960 se modificó el párrafo primero del Artículo 123 constitucional, separándolo en dos Apartados: A) y B). El Apartado B), que se adicionó con 14 fracciones, regula las relaciones de trabajo entre los Poderes de la Unión y el Gobierno del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) y sus trabajadores. De este Apartado B) emana la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio de Estado (LFTSE), y de ésta, las Condiciones Generales de Trabajo (CGT) de cada entidad, dependencia o unidad administrativa.

Así, los trabajadores del Apartado B) tienen derecho a las siguientes prestaciones de seguridad social­: accidentes y enfermedades profesionales; enfermedades no profesionales; maternidad y hora de lactancia (conservándose el derecho al trabajo); jubilaciones y pensiones de invalidez, vejez y muerte; servicios médicos (extensivos a los familiares); prestaciones económicas y sociales: centros vacacionales y de recuperación, estancias para el desarrollo y bienestar infantil (esbi-issste); vivienda (Fovissste); turismo social (Turissste); tiendas (Superissste), y pago de marcha (velatorios issste), entre otras.

¿Y QUÉ SUCEDE CON LA SEGURIDAD SOCIAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, ¿ES DECIR, DEL APARTADO B?

Balance de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) a nueve años de la reforma Calderón

  • Corrupción endémica y doble discurso

Tanto así que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), presidida por el mexicano José Ángel Gurría, recomendó al ISSSTE la creación urgente de una estrategia anticorrupción, ya que La organización carece de una cultura adecuada de prevención y reportes, así como de mecanismos para identificar y resolver los riesgos de malos manejos … [y] la corrupción tiene un impacto profundo en la capacidad del issste para maximizar el uso de los recursos disponibles con el fin de brindar el volumen de servicios de alta calidad que requieren sus beneficiarios.

También se pueden señalar las subrogaciones a mansalva (quirófanos, materiales y equipos) y edificación de hospitales bajo el esquema de Asociación Pública Privada (app), todo lo cual ha ido restando recursos a la institución.

  • Una Ley que nació muerta.

Pero el problema de fondo se localiza en el precario equilibrio financiero de la Ley del ISSSTE que, tal como se advirtió claramente en su momento, deriva de una reforma que nació muerta (Leal, 2008, 2009, 2010).

En su intervención, Lerdo de Tejada, basándose en los resultados del informe financiero y actuarial (IFA) del instituto  2013, señaló que: “En 2012, el ISSSTE recibió transferencias gubernamentales por 15,765 millones de pesos para afrontar sus desequilibrios financieros”, y que en dicho año, cuatro seguros registraron déficit: Salud, Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez; Fondo de Prestaciones Sociales y Culturales, y Riesgos de Trabajo, los cuales fueron solventados en 2012 con transferencias gubernamentales.

La seguridad social es un derecho humano laboral fundamental que, como sociedad, debemos velar para que no se pierda, minimice, ni diluya su integralidad, característica que se contrapone con los denominados “pisos mínimos” y a la “universalidad” ajustada a la baja.

La seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado ha sido afectada, y la reforma de 2007 al Instituto de Seguridad Social para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), a más de nueve años de distancia, ha sido un fracaso. De esta forma, y debido a los déficits presupuestales notables del Instituto desde hace ya varios años, existe un proceso de precarización en el empleo, así como el riesgo de que se pierda el alcance y la integralidad de la seguridad social y además de que se intente aumentar la aportación de los trabajadores para el sostenimiento de la institución.

*El texto anterior es un extracto del articulo original, debido principalmente a su extensión.