ETICA Y LA ENSEÑANZA DE LA MEDICINA Dr. Alonso Guido RamÍrez SNTSA 37 9 marzo 2023
Durante los últimos treinta años, la medicina ha tenido avances significativos, en especial en asuntos de tecnología aplicada a la medicina y de nuevos conocimientos. En contraparte, han aparecido nuevas enfermedades y algunas, que se creían superadas, han regresado con espectacularidad.
La enseñanza de la medicina, apegada a tradiciones y que tiene como figura central al profesor, también ha sido rebasada. Hoy, con el acceso al conocimiento medico indiscriminado a través de la tecnología de la información, existe el enorme peligro de tener médicos o aspirantes a médicos, que consideran innecesario obtener y preservar el conocimiento tradicional, la relación médico-paciente y la semiología como bases de una adecuada atención médica. Cada vez, para los que trabajamos en hospitales, es mas frecuente encontrar a estudiantes de medicina, en formación o en el internado de pregrado que opinan de un paciente, sin conocer el caso, sin conocer el diagnostico, y aprenden una terapia especifica sin conocer la manera correcta de establecer un diagnóstico. Que no tienen las capacidades humanas de comunicación, pues han sido tomados como rehén por la tecnología.
Peor aun resulta encontrar estudiantes que se comportan de una manera irrespetuosa con el hospital, con el personal, y el colmo, con los pacientes o sus familiares. ¿Qué podemos hacer? ¿Ha fallado la selección de los aspirantes, la formación o los planes educativos?
Tal vez la respuesta sea menos compleja; necesitamos integrar a la enseñanza y formación de los futuros médicos conceptos éticos básicos. Antaño, por definición, un medico era considerado una buena persona, y sus acciones se consideraban ausentes de dolo, en busca siempre del bienestar de sus pacientes, Al día de hoy, los juicios acerca de la actividad medica son cada vez mas exigentes, por decir lo menos, y este análisis de la sociedad, tiene, en ocasiones, bases bien fundamentadas en la decepción que los pacientes sufren al ser sujetos de la atención médica. Necesitamos formar buenas personas, a través de la enseñanza de la ética en las escuelas de medicina, para obtener buenos médicos.
Que difícil será entonces encontrar a los profesores adecuados, aquellos que puedan lograr una formación integral de los futuros médicos, aquellos que puedan transmitir las cualidades de tipo técnico al mismo tiempo que los requerimientos de tipo ético. Todo ello orientado a conseguir el mejor médico, que ejerza con excelencia su profesionalidad en bien de los pacientes.
El médico que aspire a ser docente debe ser integro; tener la aptitud, los conocimientos, la experiencia, los conocimientos, la empatía, coherencia, prudencia y ser ejemplar en su comportamiento. Es por lo anterior que es muy difícil contar con el número de profesores de medicina necesarios para una adecuada enseñanza. Pero, no imposible.
Los fines de la enseñanza
En la educación médica se aspira al logro de tres fines básicos:
Adquirir las suficientes bases cognitivas, mediante la transmisión de conocimientos, para enseñar al alumno cómo, cuándo y por qué realizar el acto y los procedimientos médicos;
Adquirir destrezas y habilidades, mediante el adiestramiento en la forma adecuada de realizarlas,
Adquisición de actitudes y conducta profesional, para que desarrolle el comportamiento que corresponde al trabajo médico.
Aunque pareciera que la enseñanza de conceptos éticos a los estudiantes de medicina tendría efectos sobre el tercer objetivo de la educación médica, la realidad, es que tendrá influencia sobre todos los objetivos. Con el fin de sustentar lo anterior, revisare brevemente, los conceptos básicos.
Definición de ética: “parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”.
La Ética médica es la “disciplina que fomenta la buena práctica médica, mediante la búsqueda del beneficio del paciente, dirigida a preservar su dignidad, su salud y su vida”.
Bioética: “rama de la filosofía que determina la práctica adecuada de los actos relacionados con la vida de la persona en particular y de los seres vivos en general, orientados hacia la preservación de la vida, a la luz de los principios morales”.
Deontología médica: tratado de los deberes de los médicos. es el conjunto de principios y reglas éticas que han de inspirar y guiar la conducta profesional del médico.
Moral: del latín mores, significa costumbre o conjunto de costumbres y se refiere a la “ciencia que trata del bien en general y de las acciones (humanas en orden a su bondad o malicia”
Valores morales: conjunto de cualidades del hombre como ser ético, estimadas y reconocidas universalmente como guías de la acción moral, y que son el fundamento de reglas, actitudes y principios. Son aquellos valores que perfeccionan al hombre, haciéndolo más humano y con virtudes para ser mejor persona.
Los valores morales que, idealmente, deben tener los profesores encargados de la formación de los estudiantes de medicina son: Libertad, Solidaridad, Honradez, Confianza, Igualdad, Responsabilidad, Respeto, Excelencia.
Los principios éticos son normas o ideas fundamentales que rigen el pensamiento, la conducta y que se reflejan en nuestra actividad diaria. Sirven de punto de partida para la reflexión, análisis, y posteriormente para la acción frente a una situación concreta. Tienen la validez suficiente para ser utilizados en cada situación dada, ya que no admiten argumentación. Habitualmente son abstracciones generales aplicables a una gran cantidad de casos, respetando la ética de principios donde el fin no justifica los medios, sino que éstos modelan los fines.
La ética medica se enseña con el ejemplo y se aprende con el modelo, quien enseñe medicina debe reunir ciertas características del modelo de profesor ya formado en una adhesión personal e imperativa a los principios éticos fundamentales, los cuales son los de autonomía, justicia, beneficencia y no maleficencia.
El objetivo de la enseñanza de la ética a los futuros profesionales de la salud no es brindar información acerca de teorías morales, sino el cultivar en ellos una sensibilidad para situaciones de la práctica diaria.
El acto de enseñar es un acto moral, por lo que los profesores deben tener unas profundas cualidades éticas. Educar es formar, es decir, fomentar el uso de la razón, fundamentar con argumentos, observación, análisis y elaborar conclusiones con base en la lógica. De ahí la importancia de tener bases éticas en todo este proceso.
En 1999, la Asociación Médica Mundial, en su 51ª Asamblea, recomendó que la ética médica y los derechos humanos sean incluidos como cursos obligatorios en los currículos de las facultades o escuelas de medicina.
Pero, el objetivo de la enseñanza de la bioética no es el de adquirir el conocimiento básico o profundo acerca de este tema, el objetivo central de la enseñanza de la bioética ha sido preparar a los profesionales de la salud para que manejen adecuadamente los cada vez más cambiantes aspectos éticos de la práctica médica. Ante la multitud de problemas nuevos derivados de los avances tecnológicos o de los cambios sociales de nuestro país, se hace necesario dotar a los alumnos de competencias que les permitan manejar adecuadamente los conflictos de valores que surgen en la práctica clínica.
La mayoría de los autores que son expertos en el tema, consideran que la bioética debe ser enseñada en todos los años de la carrera de medicina, sin embargo, Wear, (#) considera que la bioética debe ser enseñada al lado de la cama del paciente, ya que los expertos en bioética rara vez tienen contacto con los pacientes, y sus conceptos, aunque ciertos, son eminentemente teóricos, y los alumnos pueden no darle la importancia que merecen, lo que se logra con los ejemplos prácticos.
# Vera Carrasco O. La enseñanza de la ética y bioética en las facultades de medicina. Rev Med La Paz, 23(1); Enero – Junio 2017
En los últimos años existe una gran preocupación por introducir la ética en el currículo de las escuelas de medicina, por la necesidad de impedir la inercia de nuestra sociedad, en donde los valores son relegados por una sociedad más agresiva e individualista.
Por todo ello, el enseñar bioética en las escuelas de medicina es una necesidad perentoria, en diversos niveles, ya que es en el inicio del desarrollo en cualquier proceso del ser humano; en este caso la enseñanza de la medicina, cuando existen mejores oportunidades para establecer una adecuada relación en los diversos procesos de la salud, para el estudiante de medicina, utilizando para ello el modelo del aprendizaje en problemas, para desarrollar al mismo tiempo que el conocimiento, la capacidad de análisis.
Los principios básicos de Bioética Médica que deben conocer los estudiantes de medicina y que deben ser inviolables e inalterables mientras existan médicos y pacientes, son:
Prioridad: El enfermo es la razón de ser del médico y, por tanto, debe darle trato preferente por encima de cualquier consideración de índole personal.
Beneficencia: El médico debe hacer el bien como cuestión inherente a su profesión. Humanitarismo: El trato personal y respetuoso al paciente debe ser fundamental para contrarrestar la tendencia de la actual sociedad de consumo caracterizada por el énfasis cada vez mayor hacia la tecnología, que desplaza al hombre y sus sentimientos, convirtiéndolo en datos de computadora, de laboratorio y gabinete. Autonomía: en su quehacer profesional, tomar decisiones fundamentadas en el bienestar del paciente, sin aceptar presiones de ningún tipo.
Solidaridad y no discriminación: Proporcionar asistencia y protección al sufrimiento humano por diferentes que sean sus ideologías, posición social, nacionalidad o raza.
Consentimiento informado, con todas las prevenciones del caso.
Autodeterminación: El médico siempre debe respetar cualquier resolución o elección que tome el paciente, tratándose desde luego, de un individuo mentalmente competente y siempre que no afecte las normas de ética profesional.
Justicia: Implica trato con equidad para toda persona, cualquiera que sea su condición social, raza, religión, sexo o ideas políticas. En resumen, la enseñanza de la ética, deontología, bioética o como quieran llamarle en los curriculos de las escuelas de medicina es fundamental para hacer frente a la situación actual de desapego en la relación medico paciente y la perdida de confianza de lo sociedad en sus médicos. Tenemos que formar médicos que sean, en primer lugar buenos seres humanos, buenos ejemplos para sus pares y para sus pacientes y regresar la relación medico paciente a sus original función, en una sociedad que tiene a su alcance los mejores avances tecnológicos, pero, que cada vez es más deshumanizada, la medicina debe tener la función de restablecer la confianza entre los seres humanos.